ZOLVEING ARACELI HIGAREDA BRAVO

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Nací el 24 de mayo de 1989 en la Ciudad de México.

Soy Licenciada en Derecho por Facultad de Estudios Superiores Aragon de la Universidad Nacional, Autónoma de México. 

Me he desepeñado como Promotora de Salud en el Gobierno de la Ciudad de México y como activista en la defensa de los derechos laborales.

Soy una mujer comprometida, firme  y persistente con mis convicciones, defiendo mi propósito con valor, entregandome por completo a la causa que persigo.

Poseo genuina vocación de servicio, que he labrado gracias a las experiencias vividas en mi trabajo pues me ha permitido conocer las necesidades de los miembros de la sociedad que se encuentran mas desprotegidos. 

Tengo el firme pensamiento de que los seres vivientes merecen ser tratados con respeto a su dignidad, que  todo ser humano debe reaccionar ante las injusticias con solidaridad y que la participación respetuosa, organizada e informada en asuntos públicos y colectivos es la clave para el progreso; jurídico, económico, político y social. 

Detento una convicción profunda por el bien común y sostengo capacidad de respuesta inteligente ante situaciones dinámicas. Cuento con la facultad nata para ejercer el liderazgo y me encuentro en la búsqueda constante del conocimiento que me permita entender los nuevos paradigmas que como sociedad enfrentamos

Pienso que los seres vivientes merecen ser tratados con respeto a su dignidad, que  todo ser humano debe reaccionar ante las injusticias con solidaridad y que la participación respetuosa, organizada e informada en asuntos públicos y colectivos es la clave para el progreso; jurídico, económico, político y social.

MI OBJETIVO

Colocar mis esfuerzos, habilidades, y conocimientos al servicio de la sociedad a fin de lograr un impacto positivo y la evolución exitosa en las condiciones de vida de los mexicanos. Así mismo, adquirir nuevas experiencias que enriquezcan el progreso profesional y personal que como ser humano pretendo forjar.

MIS HABILIDADES

Me reconozco como un ser capaz, de realizar interpretación de los preceptos jurídicos, encontrar áreas de oportunidad en la práctica  y  plantear soluciones que permitan un punto de encuentro entre el deber ser con el ser, privilegiando siempre el Estado de Derecho y tomando en consideración el realismo jurídico, social y administrativo en el que nos hallamos inmersos. 

Me apasiona comunicar al público mis ideales, posturas, sobre acontecimientos políticos, jurídicos y sociales. Me siento particularmente atraída por la locución,  y me considero además, una oradora excelente  y consciente de dicha responsabilidad.

He forjado pericia para la dirección y coordinación de recursos humanos, implementando estrategias eficientes que conduzcan a la ejecución de un trabajo inteligente, ético y útil; donde los implicados se sientan satisfechos con su labor y perciban seguridad para actuar de manera proactiva. 

Cuento con experiencia en trato directo con el público, de manera cálida, honesta, integral y amable, principalmente; me hallo familiarizada en el  servicio a integrantes de la población vulnerable, también, en el trabajo de campo y en la atención domiciliaria. 


MI EXPERIENCIA Y POSTURA

Mi destino me mostró las realidades de los grupos en situación de vulnerabilidad, quienes han sufrido el abandono de su familia, de la sociedad y de las propias instituciones;

Personas que viven con una discapacidad física o intelectual al grado que les impide velar por su propio bienestar, adultos mayores que en razón de la edad o por sus patologías han perdido su capacidad funcional o se encuentran en riesgo, pacientes que viven el dolor de la enfermedad que los aqueja por no contar con la posibilidad de acceder a un tratamiento paliativo efectivo y económico que  les otorgue bienestar durante su permanencia en este plano de existencia, y la carencia de condiciones sociales y jurídicas que les den la opción de elegir una muerte digna la cual sea rápida y sin dolor en los casos en que la ciencia médica se ve imposibilitada para lograr que  sus días sean llevaderos.

Así mismo, me mostró la complejidad de la vida de las personas que dedican su existencia a la labor del cuidado de pacientes en situación de vulnerabilidad; el estres que les genera carecer de los medios económicos suficientes para sostenerse a sí mismas, y para proporcionar los alimentos y el tratamiento adecuado a su ser querido. 

 

He visto que tanto los hombres como las  mujeres que ejercen cuidados sobre pacientes que ya no pueden velar por su propio bienestar, son propensos a sufrir el colapso físico y mental, pues esta tarea compromete la renuncia a los objetivos personales, al trabajo y las actividades habituales, así mismo, si no cuentan con una adecuada red de apoyo tinden a abandonar su propia salud, sus relaciones intrapersonales y a suprimir sus tiempos de recreación. Aunado a lo anterior, se suma la angustia que sufren cuidadores y cuidadoras al preguntarse ¿qué va a pasar con su ser querido si él o ella fallece primero?, mientras que por otra parte ante el deceso del paciente los cuidadores llegan a perder su propósito de vida y enfrentar un duelo en demasia difícil. 

 

En México son mujeres las que por lo regular asumen las labores de cuidado de pacientes que forman parte de los grupos en situación de vulnerabilidad o a quienes se les delega esta fuerte carga de responsabilidad. Yo no tengo ninguna duda de que el papel que desarrollan los cuidadores y las cuidadoras es compleja e impacta favorablemente en la vida del paciente, en las dinámicas familiares y aporta un valor incalculable para la sociedad, sin embargo, hasta el momento no se les atañe el reconocimiento, la atención  y la visibilidad que merecen.

Por otro lado he observado como el Gobierno de la Ciudad de México, ha adoptado formas de reclutación de personal que en el papel desvirtúan la existencia de una relación de índole laboral, pero que en el hecho se configura plenamente, así mismo, al tenor de la expedición de dispocisiones reglamentarias y una erronea interpretacion de los ordenamientos juridicos aplicables se abstine observar lo consagrado en el numeral 123 apartado B de la Constitución Politica de los Estados Unidos Mexicanos, en los tratados  internacionales, y la legislación secundaria en materia laboral y de seguridad social, con ello evadé las obligaciones que tiene respecto de sus propios trabajadores. 

He sido activista en favor de los Derechos Laborales, en marzo del 2021  presenté escrito «Reconocimiento de las prestaciones constitucionales de los Servidores Públicos que laboran para el Programa el Médico en tu casa  (Salud en tu Casa) bajo el programa de Estabilidad laboral mediante nombramiento por tiempo fijo y prestación de servicios por obra determinada (nómina 8)», que fue dirigido a la entonces Jefa de Gobierno de la Ciudad de México y a su Secretaria de Salud.

Desgraciadamente la Secretaria de Gobierno de la Ciudad de México para dar atención a las demandas organizo mesas de diálogo estériles que no arrojaron una solución, ni siquiera una propuesta, mientras que la Secretaria de Salud Local emitió cinco respuestas por escrito las cuales carecían de fundamentación y congruencia con respecto a lo que se solicitaba, lo que generó que tiempo después de forma personal interpusiera un amparo indirecto, en el cual se me otorgo la protección de la Justicia Federal  pero que hasta el momento el Poder Ejecutivo de la Capital del País ha resistido observar. 


El 7 de Septiembre del año 2023 lideré manifestación pacifica donde los trabajadores que servimos al Programa Salud en tu Casa cerramos el edificio de gobierno Torre Insignia sede de la Secretaria de Salud de la Ciudad de México y la avenida Insurgente, solicitando un diálogo con la entonces Titular la Dra. Olivia López Arellano que jamás se apareció.

Al lugar, se presentaron funcionarios de los Servicios de Salud del Instituto Mexicano del Seguro Social para el Bienestar (IMSS BIENESTAR) con quienes se acordo la transición del Personal del Programa Salud en tu Casa..

Es así que  218 trabajadores  entre ellos médicos, enfermeras, trabajadores sociales, psicólogo, estomatólogos, nutriólogos y fisioterapeutas, firmaron en noviembre del mismo año su nombramiento, adquiriendo estabilidad en el empleo, un aumento salarial considerable y la incorporación al régimen obligatorio de seguridad social. 

Sin embargo, los acuerdos no fueron honrrados respecto de los Promotores de la Salud, Choferes y Capturistas pues el Titular de recursos humanos de IMSS BIENESTAR corto la comunicacion con los trabajadores antes de concluir el proceso, de modo que este personal de salud que enfrentó la pandemia sigue resistiendo la Precariedad Laboral en la Secretaria de Salud de la Ciudad de México. 

Lo anterior me sensibilizo al respecto de los retos que supone la organización colectiva de los trabajadores, la distancia que existe entre los ciudadanos y los funcionarios públicos  y el tratamiento paliativo que el Gobierno otorga a las problemáticas que no considera prioritarias

En los temas laborales se encuentra muy presente el miedo a perder el empleo o a sufrir represarías por parte del superior jerárquico, no importa si las personas poseen educación superior o si no la tienen; tampoco importa si el individuo detenta poca o vasta experiencia laboral, ni su edad o su sexo, el temor está latente y la mayoría de los trabajadores optan por guardar silencio cuando sus derechos son vulnerados, para muchos es impensable evaluar la posibilidad de emprender acciones legales en defensa de sus prerrogativas. 
 
En las instituciones de gobierno es común que los superiores jerárquicos de manera sutil o descarada dificulten las dinámicas de trabajo de las personas que promueven la organización colectiva, para quebrarlos física, mental y emocionalmente y que desistan, o que sirvan de ejemplo a sus compañeros e inhibir la participación, lo mismo también se logra mediante pláticas intimidatorias que buscan infundir temor y apagar lo ánimos de los trabajadores.
 
Aun en las administraciones cuyos Titulares profesan una ideología de izquierda es difícil plantear problemáticas y que las mismas sea estudiadas y atendidas con pulcritud lógica y jurídica, pues si no existe voluntad gubernamental para darle solución a un tema, el Estado emplea actos que simulan la atención formal, pero que no constituyen un abordaje real al fondo del asunto, desgastando a los peticionarios, y permitiendo el trascurso del tiempo hasta que la situación deja de ser relevante o las personas desisten en sus pretenciones. Las mesas de trabajo o de diálogo infructíferas y las respuestas por escrito que carecen de la debida motivación, fundamentación congruencia y suficiencia respecto de los que se ha solicitado constituyen parte de las estrategias con las cuales el Estado Mexicano procura un tratamiento paliativo a los temas que no quiere atender. 
 
Lamentablemente lo anterior merma las diferentes aristas de la democracia, aunque de principio se genera en los ciudadanos la sensación de ser escuchados por el Gobierno, pronto las dinámicas de interacción se tornan frustrantes al descubrir que no se llega a ningún lado, que solo simulan dar atención formal mediante contestaciones por escrito que no encuentran un debido fundamento, ni argumento, ni plantean posturas, ni soluciones; también se simula el abordaje mediante mesas de trabajo donde los funcionarios participantes niegan contar con facultad para actuar respecto del tema planteado y van delegando a otra dependencia que hace exactamente lo mismo; o donde las manifestaciones son contenidas y disueltas por medio de mesas de diálogo donde los directivos de las instituciones emplean, verdades a medias, acuerdos vacíos que no llegaran a cumplirse y engaños para frenar los movimientos. 
 
Aun en las mejores administraciones progresistas y democráticas existen áreas de oportunidad y en México debemos trabajar en terminar de derribar las barreras que se mantienen al rededor del poder político, los ciudadanos debemos utilizar los mecanismos que permiten el contacto y la comunicación bilateral efectiva. Paralelamente el aparato estatal debe emplearse para escuchar, evaluar los temas planteados, aceptar los errores y junto con los ciudadanos estudiar los contextos y buscar alternativas para subsanar las anomalías de una manera ecuánime.